Tortilleras somoteñas hacen frente a altos costos del maíz y la leña
- informtv multi
- 2 feb 2022
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Los costos para hacer operar sus pequeños negocios se hacen cada vez más impagables para las mujeres tortilleras de Somoto.
Doña Ofelia García Mairena, con más de 40 años dedicada a palmear tortillas en el sector tres de la ciudad de Somoto, cabecera de Madriz, ofrece a su vieja clientela ocho unidades por los mismos diez córdobas con que antes entregaba 10 tortillas, a fin de evitar reducir el tamaño del producto por los altos precios del quintal de maíz y la leña.
“Vea, todo ha subido este año. Ya las tortillas las estamos haciendo más pequeñas para darlas a peso y otras las damos ocho unidades por diez córdobas. Hay otras tortilleras que están vendiendo a dos córdobas cada tortilla que antes costaba un peso”, explicó García.
Agregó que la carga (de 30 rajas) de leña pasó de costar 120 a 150 córdobas, mientras que el quintal de maíz lo están vendiendo en unos establecimientos a 720 y en otros a 800 córdobas, “hasta los molineros le han subido a la molida, antes cobraban un córdoba por cada libra de maíz molido y ahora están cobrando dos córdobas”, apuntó.
Suedy Linn González, propietaria de un pequeño taller de tortillas en Somoto, manifestó que todo está más caro, “el cilindro de gas de 25 libras lo estamos comprando a más de 480 córdobas, la carga de 30 palos de leña a 150 y el quintal de maíz a 800 córdobas. Nos vemos obligadas a tener que reducir el tamaño de las tortillas”, explicó.
Dulce María Torrez también está angustiada. “Aquí usamos gas de cocina en vez de leña, pero también había subido hasta los 510 córdobas y aunque bajó a 480 aún sigue siendo caro para nosotros, porque ya no le estamos ganando nada a echar (palmear) tortillas”, señaló.
Poco a poco tortilleras van dejando el negocio
Unas 20 tortilleras, de las más de 157 que se dedican desde hace varios años a palmear tortillas en los diferentes sectores de Somoto han ido abandonando esta actividad porque manifiestan que como todo está caro, ya no se le está ganando nada. “Yo decidí no seguir echando tortillas porque a la gente no le gusta que se las vendan más pequeñas o se las ofrezcan a dos córdobas o que solo le demos ocho en vez de diez por los diez córdobas que antes le vendíamos”, dijo doña Martha Emilia Salgado, habitante del sector 18 de Somoto.

También María Ester Martínez Lazo, del sector de Los Maestros dijo que desde hace tres semanas dejó de palmear tortillas, porque el esfuerzo de este trabajo no compensa las bajas ganancias. “Yo tenía 35 años echando tortillas, pero ya me cansé de estar madrugando y estar de pie casi seis horas palmeando para no ganar nada a la venta de tortillas”, manifestó.
Mientras que Lucila del Carmen López, habitante de uno de los sectores de Somoto, quien se dedica desde hace varios años a este negocio, manifestó que las ventas se mantienen a pesar de que se redujo el número de tortillas que se entregan por diez córdobas.
“La gente reconoce que todo ha subido de precio, la leña, el maíz y hasta la molida, saben que no es nuestra culpa y por eso no reclaman y compran lo que necesitan”, dijo, añadiendo que en su casa les preocupa cómo se han puesto de caro todo, “ahí (en su casa) palmeaban unas 25 libras de maíz a diario, pero ahora apenas se palmean 15 libras para no dejar de echar tortillas”, relató.
Por su parte, don Marcial Salgado Tercero, vendedor de leña de la ciudad, explicó que este producto subió a 150 córdobas la carga de 30 rajas porque se ha puesto escaso en el campo. “Usted sabe que tenemos que cortar el palo que esté seco y los cortadores cobran por cortar, sacar la leña y ponerlo en el camino”, indicó Salgado de la comunidad somoteña de Cacaulí.
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